Tras una primera edición, en 2021, en la que dialogamos con seis jóvenes profesionales chinos sobre sectores como la moda sostenible, el turismo o las finanzas, el 30 de noviembre tuvo lugar una nueva edición del ciclo «Horizonte China:diálogos con Líderes Chinos del Futuro«, enmarcado en nuestro programa «Futuros Líderes«. Puedes consultar la grabación del encuentro en nuestro canal de Youtube:
Fue un debate entre cuatro jóvenes profesionales de lo que hemos denominado «nuevas fronteras tecnológicas»: áreas que definirán el futuro de nuestras sociedades y en las que China aspira a una posición de liderazgo global.
Moderado por el periodista Zígor Aldama, conversamos con ellos sobre la política científica y tecnológica de China, los retos que afronta para cimentar su investigación en estas nuevas fronteras y el potencial de colaboración con otros países.
Perfiles de los participantes
Zhao Baodan es investigadora principal en la Facultad de Ciencias Ópticas e Ingeniería de la Universidad de Zhejiang. Es doctora en Física por la Universidad de Cambridge. Su línea de investigación se centra en la eficiencia energética de las luces LED y las baterías solares. Formó parte de la promoción de 2021 de Forbes 30 Under 30 en Asia. Ha publicado las conclusiones de sus investigaciones en revistas de referencia internacional como Nature Photonics, Nature Electronics o The Journal of Physical Chemistry Letters.
Hai Yang es director de Desarrollo Internacional para China en Tecnalia. Es licenciado en Ingeniería en la École Nationale Supérieure des Mines d’Alès y doctor en Robótica por la Universidad de Montpellier. Ha participado en numerosos proyectos franceses y europeos relacionados con la innovación en robótica industrial. También ha liderado proyectos internacionales en este campo con empresas europeas y chinas. Sus líneas de investigación se centran, entre otros campos, en sensores robóticos, sistemas de inteligencia artificial para la industria y aplicaciones robóticas para manufacturas.
Yang Luhan es presidenta ejecutiva de Qihan Bio, una empresa de biotecnología que aplica tecnología de edición genómica para desarrollar terapias celulares. Es licenciada por la Universidad de Pekín y doctora en Biología por la Universidad de Harvard. Ha fundado dos empresas de biotecnología en Cambridge (Massachussets) y Hangzhou dedicadas al uso de técnicas de edición genómica de nueva generación. Forma parte de 40 Under 40 de Fortune en el sector sanitario. También fue seleccionada como una de los Young Global Leaders en el Foro Económico Mundial.
Lu Dawei es profesor asociado en el Instituto de Ciencia e Ingeniería Cuántica de Shenzhen y en el Departamento de Física de la Southern University of Science and Technology (SUSTech). Sus áreas de investigación son la computación, la simulación, el control y el machine learning en el terreno cuántico. Ha publicado más de 50 artículos científicos. Entre otros premios, ha recibido el de “Programa de Jóvenes Talentos en el Río de la Perla” en 2020, o el “1000 Jóvenes Talentos Nacionales” de 2018. Desde 2014, es editor de la revista Frontiers in Quantum Computing.
La Fundación Consejo España China, Casa Asia y la revista Política Exterior analizaron el jueves 20 de octubre el vigésimo Congreso del Partido Comunista Chino, que se celebra esta semana en Pekín. La mesa redonda, titulada «Donde está China: una conversación sobre el XX Congreso del Partido Comunista», se celebró en la sede de Casa Asia en Madrid y estuvo moderada por Áurea Moltó, directora de Política Exterior.
Los participantes fueron Carmen Cano, subdirectora general para Asia Meridional y Oriental en el Ministerio de Asuntos Exteriores; Águeda Parra, ingeniera y analista del entorno geopolítico y tecnológico de China; y Mario Esteban, investigador principal para Asia del Real Instituto Elcano.
El encuentro suscitó un lleno casi total en el auditorio de Casa Asia en Madrid, prueba del interés creciente por China y por una de las grandes citas políticas del año en todo el mundo. Los participantes debatieron bajo la regla Chatham House, por lo que recogemos algunas de las ideas del coloquio sin atribución directa y de manera no literal.
Estamos en un punto de inflexión en el orden internacional. Existe la necesidad de crear una fortaleza interna, y eso en China se traduce en un mayor control del Partido y de la sociedad por parte de Xi Jinping. A esto contribuyen las restricciones COVID, que no parece que se vayan a levantar pronto.
China afronta una disyuntiva en cuanto a perspectiva económica. Será clave ver si el nuevo primer ministro que sustituirá a Li Keqiang tendrá un perfil más tecnócrata o más ideológico.
El concepto de liderazgo colectivo, con un poder colegiado, se está revirtiendo a nivel discursivo y a nivel institucional. Si además hay una relación muy vertical entre la cúspide y los niveles inferiores, la riqueza del debate se va a resentir.
La fortaleza de China en Asia es la dependencia económica que ha generado en la región. En este aspecto, la Unión Europea ha estado ágil a la hora de negociar acuerdos comerciales con países asiáticos, pero Estados Unidos ha estado un poco más lento.
En las dos últimas décadas, ha sido el sector privado el que ha ejercido liderazgo económico, dentro del modelo de partido único. Este modelo ha generado auténticos campeones globales como, por ejemplo, el FinTech.
En el contexto de la Guerra de Ucrania, a China le interesa su estrategia actual: mantener un cierto apoyo a Rusia que permite acceder a los beneficios de la relación bilateral, pero con límites, con una especie de «neutralidad prorrusa».
Wang Feng es profesor de Sociología en la Universidad de California, Irvine; y profesor invitado en la Universidad de Fudan, en Shanghai. Sus líneas de investigación son la desigualdad social, los cambios demográficos y las tendencias migratorias en China. Hablamos con él sobre el reto demográfico del envejecimiento en China y qué impacto tendrá a nivel social y económico en el país.
Pregunta: China cuenta su población cada 10 años. El último censo nacional se llevó a cabo en 2020 y sus resultados generales se publicaron el año pasado. ¿Cuáles son, en su opinión, las principales conclusiones que se pueden extraer del mismo?
Wang: No son conclusiones muy sorprendentes una vez vistos los números. Recibimos la confirmación de algo que llevaba tiempo discutiéndose: la natalidad en China está en niveles muy bajos, mientras que el nivel de salud de la población en general ha mejorado. El censo reveló algo de distribución regional, con un énfasis en la migración desde las provincias nororientales a las zonas costeras.
Sin embargo, los resultados detallados se están empezando a conocer ahora. Creo que veremos algunos resultados sorprendentes relacionados con la edad media de matrimonio y la estructura de los hogares. Por ejemplo, cuánta gente vive sola. Del censo de 2010 y de un censo menor que se hizo en 2015 supimos que estos parámetros están cambiando. El número de gente soltera de veintimuchos y treinta y pocos iba al alza muy rápido.
Pregunta: Hay una tendencia global que marca que, a medida que los países se enriquecen, sus tasas de natalidad caen. Mucha gente piensa que China ha envejecido antes de enriquecerse. ¿Cree que es verdad?
Wang: Creo que hay que revisar este marco. China se enriqueció muy rápido en realidad, y envejeció mientras se enriquecía. Esto tiene algunas implicaciones. En China, hace dos o tres décadas, la gente no consumía tanta comida rápida, ni bebía tanto, ni comía tantos productos lácteos. A medida que China se enriquecía, aparecieron riesgos sanitarios no sólo para la población mayor, sino en general. Hay más diabetes e hipertensión. También estamos viendo más cáncer de pulmón por el tabaquismo.
En cualquier caso, China tiene mucho dinero. Los hogares chinos han podido ahorrar mucho en los últimos 20 años. Hay mucha riqueza, algo sin precedentes en la población china. Sí vemos un cambio en la estructura poblacional, hay más personas mayores. Esto es un gran desafío.
Pregunta: China abandonó su política del hijo único en 2015, pero los chinos no parecen haber reaccionado de la manera que el gobierno esperaba, es decir, teniendo más hijos. ¿Por qué?
Wang: China y España comparten muchas similitudes. Creo que las parejas jóvenes chinas no son, en cierto modo, tan diferentes de las españolas. Ya antes del final de la política del hijo único, estaban teniendo pocos hijos, pero creo que no precisamente por dicha política. En los noventa y los primeros dos mil, la economía china creció muy rápidamente. Hubo un proceso de urbanización muy rápido. Los jóvenes comenzaron a preocuparse más por sus propias vidas y a disfrutar de más oportunidades de educación.
El coste de criar hijos en China ha aumentado mucho
Wang Feng, profesor de sociología en la Universidad de California Irvine
Alrededor de la mitad de los jóvenes podían ir a la universidad, mientras que hace 30 o 40 años el porcentaje era de un 5 por ciento. Los jóvenes empezaron a ir a la universidad, a adquirir nuevas aptitudes, a mudarse a las ciudades y a centrarse en sus carreras. Especialmente las mujeres jóvenes, con mucha más independencia, lejos de sus familias.
Por otro lado, y al mismo tiempo, el coste de criar hijos ha aumentado mucho. Casa, educación, transporte... Esto es algo similar a lo que vemos en otras zonas del mundo que tienen baja natalidad.
Pregunta: ¿Qué desafíos económicos tiene China por delante debido a la combinación entre baja natalidad y población envejecida? ¿Cuenta con un sistema de bienestar lo suficientemente robusto como para hacerles frente?
Wang: Creo que esto va a ser una cuestión de enorme calado en los próximos años, aunque yo separaría entre el corto y el medio plazo. A corto plazo, hay que mirar al mercado inmobiliario, que ha sido un gran motor para la economía. En las últimas semanas, hemos visto que se han relajado las condiciones para la concesión de créditos y que el gobierno ha instado a las empresas y a los hogares a endeudarse. Antes de eso, había intentado contener los precios de las viviendas. La cuestión es cuánto tiempo pueden ser efectivas estas políticas y qué pasa si la burbuja inmobiliaria se desinfla o estalla. Algo así tendría consecuencias muy reales, también psicológicas, en los ciudadanos chinos y en el sistema financiero del país. El gobierno haría frente a una gran presión política.
A mediados de siglo, el gobierno chino tendría que emplear el 100% de sus ingresos en sanidad y pensiones
Wang Feng, profesor de sociología en la Universidad de California Irvine
A medio plazo, hay que analizar el gasto en sanidad y pensiones. Este gasto ha crecido bastante en los últimos años. Sin embargo, nuestros cálculos indican que, a mediados de siglo, el gobierno tendría que emplear el 100% de sus ingresos en estas dos partidas. Esto no es sostenible. Sería necesaria una subida de impuestos. China ha podido ir haciendo esto porque la economía crecía por encima del 10% y los ingresos fiscales lo hacían a una tasa dos veces por encima de esto. Sin embargo, la economía se ha ralentizado y los ingresos fiscales han caído. Si el mercado inmobiliario se enfría, esto tendrá consecuencias, ya que en muchas zonas de China, los ingresos fiscales dependen de la venta de suelo.
En definitiva, China ha construido un sistema nacional de sanidad y pensiones en los últimos 10 o 15 años, y es un gran progreso. Sin embargo, es un sistema muy segmentado y desequilibrado. China podría verse sin los recursos para integrar este sistema, y es posible que haya perdido el tren de los tiempos en los que tenía una gran disponibilidad de recursos.
Pregunta: Hablando de salud en particular, cabe prever un aumento explosivo de la demanda de servicios sanitarios en las próximas décadas. ¿Cree que el sistema público chino será suficiente o tendrán que intervenir las compañías privadas?
Wang: Por un lado, el sistema público de sanidad no será suficiente para asumir la demanda de servicios. En los últimos 15 años, además de en redes ferroviarias, aeropuertos y autopistas, el gobierno chino ha invertido mucho en educación y sanidad. Sin embargo, ya hay problemas en los hospitales. Incluso en los mejores hospitales hay masificación.
Hemos visto resistencia a la entrada de empresas privadas en el sector sanitario
Wang Feng, profesor de sociología en la Universidad de California Irvine
Al mismo tiempo, el coste fiscal ha crecido el doble de rápido que los ingresos. El sistema público de salud ya está bajo una gran presión, incluso antes de que llegue el tsunami de personas mayores. También vemos que la reforma del sistema sanitario ha sido muy lenta. El 90 por ciento de los hospitales son públicos. El gobierno no ha cedido el control de la salud, y esto indica que no va a ceder espacio para las empresas privadas.
Algunas grandes empresas chinas, como Alibaba o Tencent, están intentando entrar en el sector sanitario, y también algunos inversores extranjeros. De momento, no hemos visto mucho impacto y sí hemos visto resistencias a estas empresas. No creo que, a corto plazo, el gobierno chino permita que las empresas privadas sean proveedores fiables de servicios sanitarios.
Existe el debate de si la sanidad es un bien público que se debe prestar gratis o un negocio. Creo que los líderes actuales se inclinan por la primera opción. Las empresas privadas supondrían una amenaza para las instituciones públicas y no creo que el gobierno lo permita.
Zeyi Yang es periodista. Actualmente, escribe sobre tecnología china en MIT Technology Review. Anteriormente, fue periodista en Protocol y Rest of World. Hablamos con él sobre la fiebre del metaverso en China, donde tanto empresas tecnológicas como administraciones se han lanzado a desarrollar aplicaciones en la esfera virtual.
Fiesta del metaverso
Pregunta: en un artículo reciente, hablabas de la fiesta del metaverso de las grandes tecnológicas chinas. ¿Cómo y por qué están estos gigantes tecnológicos abrazando el metaverso? De momento, nadie tiene ni siquiera muy claro a qué nos referimos, exactamente.
Yang: creo que la razón por la que usé ese término es porque, de repente, todas las empresas del sector comenzaron a desarrollar planes de metaverso. Ya fuera productos, software o hardware, todas han mostrado entusiasmo con el metaverso. Es algo diferente a lo que ha pasado en Occidente, donde Meta es la única gran tecnológica que está invirtiendo en esto.
Uno de los motivos es que, sorprendentemente, tanto los gobiernos locales como el central, hasta cierto punto, han mostrado su apoyo al metaverso, aun siendo una idea nueva. Es interesante, porque el gobierno chino no suele ser muy atrevido en lo que se refiere a conceptos emergentes de tecnología.
De repente, todas las grandes tecnológicas chinas comenzaron a desarrollar proyectos de metaverso
Zeyi Yang, periodista especializado en tecnología
Es interesante ver cómo el metaverso es distinto de otras cosas como las criptomonedas. El metaverso no necesita de una plataforma descentralizada: lo puede construir una empresa o incluso un gobierno. En este sentido es bastante similar a la Web2. Otra cuestión es que tanto las tecnológicas como el gobierno siempre están buscando motores de crecimiento y el metaverso puede ser una idea en este sentido, así que todos se han lanzado a por él.
El metaverso con características chinas
Pregunta: ¿vamos hacia un metaverso con características chinas? ¿En qué será diferente del uso que se le dé en países occidentales?
Yang: diría que gran parte del metaverso chino va a tener la misma pinta que el occidental. Veremos videojuegos, redes sociales, plataformas de encuentro y cascos de realidad virtual. Algo que podría ser interesante son los ídolos virtuales, que en China causaron furor el año pasado. Muchas marcas chinas están promocionando sus ídolos virtuales y consiguiendo muchos fans.
Los ídolos virtuales causaron furor en China el año pasado. Muchas marcas los están promocionando y consiguiendo muchos fans
Zeyi Yang, periodista especializado en tecnología
Esto pasó en un año en el que la industria china del entretenimiento tuvo muchos problemas. Estos ídolos virtuales emergieron como nuevos líderes de tendencias. Esto se puede integrar muy bien en el metaverso y creo que, en China, muchas marcas van a apostar por esta idea.Es algo que todavía no he visto en Occidente, aunque podría pasar.
Otro tema es la manera en la que el gobierno chino se está implicando, con proyectos pequeños, encargando a empresas que desarrollen plataformas para ellos. Esto podría ser interesante, pero no creo que el gobierno estadounidense haga nada similar de momento. Será interesante ver cómo los caminos se desvían desde este punto.
La carrera por la atención de los usuarios
Pregunta: ¿podrían ser competidores reales para WeChat aplicaciones de metaverso como Jelly o Soul, o estamos más bien ante modas pasajeras?
Yang: va a ser muy complicado. Soul y Jelly son, de hecho, algo diferentes. Soul lleva ya en el mercado unos cuantos años, se ha adaptado a la idea del metaverso y le va bien. Jelly es muy nueva, en la semana en la que se lanzó fue un gran éxito, pero luego ha perdido la atención de la gente. Creo que a muchos productos del metaverso les va a pasar esto. Son nuevos, interesantes, atraen atención un rato, pero no creo que estén lo suficientemente maduros como para retener muchos usuarios.
Para que un producto sea lo suficientemente bueno como para tener una gran audiencia, necesita años de desarrollo. Muchos de estos productos quieren compararse con Animal Crossing, que tuvo mucho éxito durante la pandemia. Sin embargo, creo que el desarrollo de Animal Crossing tomó unos 4 o 5 años. Los proyectos de metaverso en China tienen muy poco tiempo.
El metaverso chino podría generar 8 billones de dólares en los próximos años, según un informe de Morgan Stanley
Muchos de estos nuevos productos no tienen la calidad suficiente como para retener a sus usuarios. Si algún día surge alguno, podría ser un desafío para WeChat. Sin embargo, la cuestión es que Tencent [nota: empresa dueña de WeChat] también está desarrollando productos de metaverso. Los proyectos más pequeños crecen, pero Tencent crece también. Es complicado imaginar un escenario en el que un desarrollador pequeño destrona a WeChat, pero en los últimos años hemos visto el caso de TikTok, así que podría ocurrir.
Pregunta: de momento, hemos visto que en China el metaverso se usa, principalmente, para entretenimiento: socializar, jugar a videojuegos…
Yang: ahora mismo, la idea del metaverso está muy relacionada con los videojuegos y las redes sociales. En China, estos sectores son muy potentes. Hay compañías como Tencent, ByteDance o NetEase desarrollando productos excelentes. Pueden incorporar el metaverso a sus productos, pero pueden tardar unos cuantos años.
La respuesta oficial y el metaverso como motor económico
Pregunta: lo mencionabas antes de pasada, pero es llamativa la manera en la que los gobiernos locales, por toda China, han reaccionado de manera positiva al metaverso. ¿Por qué crees que es esto?
Yang: estamos viendo muchos gobiernos locales, incluidos los de Beijing y Shanghai, anunciar que desarrollarán el metaverso en los próximos 5 años. Al menos, esto es una señal política de que es seguro para las empresas meterse en esto.
En algunos casos, los gobiernos locales están encargando a empresas privadas la construcción de galerías o ayuntamientos virtuales en estas plataformas. Es extraño, porque los gobiernos no suelen ser muy rápidos adoptando nuevas tecnologías. Sin embargo, a menudo olvidamos que los gobierno no sólo responden a estímulos políticos, sino también económicos. Quieren que sus economías crezcan, a veces compitiendo con otras ciudades o provincias.
Los gobiernos locales buscan un nuevo motor de crecimiento y creen que el metaverso podría crear ingresos y empleo
Zeyi Yang, periodista especializado en tecnología
En este caso, los gobiernos locales están buscando con entusiasmo un nuevo motor de crecimiento. Ya hemos visto casos : impulsan la economía. Muchos gobiernos locales creen que quizás el metaverso pueda ser igual y pueda generar ingresos, crear empleo y definir la próxima generación de internet.
De momento están invirtiendo recursos de manera limitada, así que si la idea sale mal, no es una catástrofe. Pero si tiene éxito, obtendrán un buen retorno de su inversión.
Las marcas ante el metaverso chino
Pregunta: ¿qué clase de oportunidades pueden encontrar las marcas en el metaverso chino? No parece que otras tecnologías asociadas a la Web3, como el comercio de NFT o las criptomonedas, vayan a tener mucho recorrido en China. ¿Qué pueden explotar las marcas de consumo en el metaverso local?
Yang: muchas tecnológicas chinas están entusiasmadas con el metaverso, así que habrá muchas oportunidades. Cuando construyan nuevas plataformas y quieran atraer atención, pueden trabajar con marcas, y esto será una oportunidad para ambas partes. En el limitado espacio que existe para los NFT en China, ya hemos visto a empresas como Alipay o Tencent trabajar con marcas para lanzar sus propias colecciones de NFT. Creo que esto va a ser igual en el metaverso. Ya hay marcas con presencia en la plataforma Xirang, que pertenece a Baidu [nota: Xirang significa «tierra de oportunidades»]. No hay todavía demasiadas, así que los usuarios que exploren esta plataforma se van a encontrar a estas marcas primero. Tienen la oportunidad de convertirse en las marcas que definen el metaverso en China.
Las marcas tienen la oportunidad de convertirse en las que definan el metaverso en China
Zeyi Yang, periodista especializado en tecnología
La segunda oportunidad, que he comentado antes, es la de los ídolos virtuales. Las marcas van a ser muy creativas sobre cómo trabajan con ellos. Creo que será un campo muy creativo y será interesante verlo.
Por último, de momento las empresas chinas no han lanzado muchos productos de hardware relacionados con el metaverso; me refiero a cascos de realidad virtual. Pero esto es algo muy importante y empresas como ByteDance o Tencent van a invertir mucho en ello. Algo que vemos mucho en los smartphones chinos es que suelen venir con muchas aplicaciones preinstaladas. Esto se puede hacer con los cascos también: si quieren preinstalar aplicaciones que promocionen ciertas marcas, es algo que pueden hacer. Quizás lo veamos en 2 o 3 años, cuando acaben lanzando cascos populares.
Conversamos con él sobre las perspectivas de la economía china en 2022 y sobre cuáles son los sectores a los que deben estar pendientes los inversores extranjeros. Un análisis de las fortalezas, debilidades y riesgos de China en un año clave para su futuro.
Este texto es una versión editada, por motivos de longitud, de la entrevista original, que se puede leer (en inglés) aquí.
La economía china en 2022
El Plan Quinquenal aboga por evitar el crecimiento sin sentido y apostar un un «crecimiento inclusivo».
Un objetivo primordial es facilitar que la renta disponible de los hogares contribuya al consumo interno.
Se pretende igualar el PIB per cápita con los países desarrollados en 2035, para lo que hará falta un crecimiento medio anual del 4,7%.
Pregunta: ¿Cómo crees que evolucionará la economía china en 2022, en términos generales? El nuevo Plan Quinquenal no establecer un objetivo específico de crecimiento del PIB, pero sí varias pistas sobre qué tiene en mente el gobierno.
Respuesta: El título del Plan incluye la frase “Objetivos a Largo Plazo para 2035”, un giro notable con respecto a los anteriores planes quinquenales. Las políticas que recoge el Plan reflejan un cambio fundamental en la mentalidad de los dirigentes chinos y una voluntad de reestructurar, a largo plazo, la economía del país. A pesar de las incertidumbres que persisten en las relaciones con Estados Unidos, una población que envejece, una pandemia que no remite y la proximidad del importantísimo 20º Congreso Nacional del Partido, es importante entender lo ambicioso que es este Plan.
La ausencia de un objetivo anual de crecimiento es un signo de este cambio. El plan aboga, de manera explícita, por evitar el crecimiento sin sentido. Hace referencia a un “crecimiento de calidad”, lo que el economista Cui Zhiyuan, de la Universidad Tsinghua, llama “crecimiento inclusivo”.
Sin embargo, el plan sí esconde una estrategia de crecimiento muy agresiva a corto y medio plazo. Comencemos con las estrategias que apuntalan el concepto de “Prosperidad Común”. El plan pretende mantener el desempleo urbano por debajo del 5,5%, que el crecimiento de la renta disponible crezca al mismo ritmo que el PIB, que el periodo escolar medio de la población en edad de trabajar crezca hasta los 11,3 años y que la tasa de escolarización en tramos superiores aumente hasta el 60%. Otros compromisos son llevar la tasa de cobertura sanitaria para la tercera edad al 95%, incrementar la esperanza de vida media en un año, disponer de 3,2 médicos y de 4,5 plazas de guardería por cada 1.000 habitantes y reformar el sistema de salario mínimo, un campo en el que China carece de un baremo nacional.
Junto con políticas de urbanización inclusivas y una mayor protección a pequeñas y medianas empresas, estas estrategias de crecimiento reestructuran el panorama de la demanda en China, ya que reducen la necesidad de ahorrar por si hay emergencias. De este modo, abren la puerta a que la renta disponible de los hogares chinos contribuya al consumo interno (la tasa de ahorro en 2020 fue del 45,7% del PIB, una anomalía mundial por lo elevada). Reestructurar la demanda doméstica es uno de los componentes esenciales de la Circulación Dual.
El Plan Quinquenal aboga, de manera explícita, por evitar el crecimiento sin sentido.
Alex Zhang
Más destacable incluso es el compromiso de llevar el PIB per cápita a los tramos medios de los países desarrollados para 2035. Para lograr este objetivo, China tendría que doblar, por lo menos, su PIB actual, lo que requeriría un crecimiento medio anual del 4,7% durante los próximos 15 años.
Los sectores que marcarán el camino
Los inversores en energías verdes se beneficiarán de la presencia de grandes actores institucionales como el Fondo Nacional de Desarrollo Verde.
Las nuevas tecnologías emergentes redefinirán el panorama industrial de China, eclipsando a sectores tradicionales.
China fijará como prioridad estratégica la autosuficiencia en semiconductores.
Pregunta: ¿Qué sectores serán especialmente dinámicos a medio plazo en este momento de transición de modelo económico?
Respuesta: El primero sería temático: el de la neutralidad de carbono. China quiere ser neutral para 2060. En el Plan se propone una reducción del consumo energético y de las emisiones de dióxido de carbono del 13,5 y del 18 por ciento, respectivamente, para 2025. El pico de emisiones se fijaría en 2030. Esto requiere de objetivos más ambiciosos a corto plazo.
El consumo energético chino se ha doblado desde 2005, pero la intensidad energética del PIB se ha reducido en el mismo periodo. El carbón sigue estando detrás del 60% de la generación de energía en China y se siguen construyendo centrales de carbón. Al mismo tiempo se ha incrementado la capacidad en energía fotovoltaica a un ritmo mayor que el de cualquier otro país.
China ha incrementado su capacidad en energía fotovoltaica a un ritmo mayor que el de cualquier otro país.
Alex Zhang
Podemos esperar un enorme margen de inversión en descarbonización industrial, digitalización, automatización, vehículos electrónicos, energías renovables, almacenamiento de energía, litio y nuevos materiales, hidrógeno y, en general, sectores que den apoyo a la administración, operaciones, digitalización, distribución y comercialización.
Los inversores en este sector se verán beneficiados por la presencia de grandes actores institucionales. El Fondo Nacional de Desarrollo Verde, creado en junio de 2020, invierte en áreas como la protección ambiental, la restauración ecológica, la conservación de recursos, el transporte verde y las energías limpias.
Habrá iniciativas similares en sectores específicos y gobiernos locales. De los cincuenta mil millones de toneladas métricas en emisiones del sector industrial, el acero y el cemento suman el 30 y el 35 por ciento, respectivamente. Los principales productores de acero quieren llegar al pico de emisiones en 2022-2023, y la Federación de Materiales de Construcción de China quiere hacer lo propio en el cemento para 2023. Estos objetivos suponen una gran oportunidad para los inversores en energías verdes.
Los inversores también deberían prestar atención a tecnologías emergentes en las que China compite a nivel global. El Plan prevé un crecimiento anual del 7% en I+D para 2025. Si se consigue, a finales del periodo quinquenal la inversión de China en I+D superaría a la de Estados Unidos. Además, existe el compromiso de facilitar el acceso a las patentes y de incrementar el peso de las industrias emergentes a más del 17% del PIB.
Estas tecnologías emergentes redefinirán, de manera radical, el panorama industrial de China y eclipsarán a los sectores financiero y comercial. Los inversores extranjeros deberían estar atentos a áreas como la automatización, la digitalización, la computación en nube, Big Data, Internet de las Cosas, robótica, blockchain, e-Health, materiales básicos y exploración espacial y oceánica.
Por último, habría que hablar de semiconductores, que son esenciales para las iniciativas de digitalización de China. China cuenta con un plan integral para liderar la fabricación de chips en 2030, con el foco en el desarrollo de redes 6G y el incremento en la penetración de las redes 5G, en las que China ya es líder mundial.
China, a pesar de ser un enorme mercado de consumo, está aún lejos de la autosuficiencia en chips, y hoy por hoy sólo puede suministrar el 16% de su demanda de circuitos integrados. Esto hace que los chips sean la principal importación de China, más que el petróleo. El desarrollo de una industria nacional de los semiconductores es una prioridad en el Plan: en 2025 se quiere llegar al 70% de la sustitución de importaciones y en 2030 al 100%. China creó en 2014 un Fondo Nacional de Circuitos Integrados que levantó 154 mil millones de dólares. En 2019 se creó un segundo Fondo Nacional, con 320 mil millones de dólares en financiación. A esto se suman 15 fondos locales, que han levantado más de 70 mil millones en total.
China aún está lejos de la autosuficiencia en chips.
Alex Zhang
En 2020, el Consejo de Estado implementó exenciones fiscales para los productores de los chips más avanzados. Creo que este sector será clave para los inversores extranjeros por tres razones: amplio apoyo del gobierno, costes a la baja y digitalización. Fondos estadounidenses de capital riesgo como Sequoia, Matrix o Walden ya han invertido en 58 acuerdos en el sector entre 2017 y 2020, más del doble que en los cuatro años anteriores.
El papel de las empresas estatales
El Plan Quinquenal prevé la entrada de capital privado y extranjero en las empresas estatales.
China ya cuenta con ejemplos de colaboración entre empresas estatales y extranjeras, como la joint venture entre Shanghai Automotive, General Motors y Liuzhou Wuling Motors.
Los inversores extranjeros también deberían estar atentos a los gestores de fondos estatales.
Pregunta: También me gustaría discutir el papel de las empresas estatales, aún muy dominantes en la economía china. Desde hace años se debate sobre si se debería potenciar el sector privado en China. En el actual ciclo de 5 años, ¿crees que las empresas estatales seguirán siendo importantes?
Respuesta: Según la lista Fortune Global 500 en 2021, 135 de las principales 500 empresas globales son chinas (por 122 estadounidenses). De estas, 91 son empresas estatales. El Plan pretende concentrar cuota de mercado e influencia en las manos de las empresas estatales chinas, y vamos a ver cómo asumen el liderazgo en sectores como las energías limpias, los semiconductores, los vehículos de nuevas energías y otras tecnologías emergentes.
El Plan también subraya la importancia de las buenas prácticas y la eficiencia, por lo que exige a las empresas estatales que reduzcan la burocracia e implementen planes retributivos que sean competitivos en el mercado. También prevé una estrategia llamada “reforma mixta”, por la que las empresas estatales reciben capital de inversores privados y/o extranjeros. Esta forma de diversificación del accionariado se ha convertido en un puntal de la reestructuración de las empresas estatales.
Cualquier inversor que quiera entrar en China debería tener en cuenta a las empresas estatales.
Alex Zhang
Para ilustrar la importancia de la reforma mixta, un dato: el PIB de Shanghai en 2021 fue de 627 mil millones de dólares, mientras que los activos de las empresas estatales de Shanghai sumaron 3.900 millones, es decir: 6,4 veces más. Las empresas estatales tienen que desarrollar su potencial todavía y cualquier inversor que quiera entrar en China debe tenerlas en cuenta.
Ya hay muchos casos de colaboración fructífera entre empresas estatales e inversores extranjeros. Hay muchas joint ventures en el sector del automóvil y habrá más a medida que las empresas estatales del sector exploren nuevas fuentes de energía. Un ejemplo reciente: SAIC-GM-Wuling Automobile, que fabrica el Wuling Hongguang, un mini eléctrico, es una joint venture entre Shanghai Automotive, General Motors y Liuzhou Wuling Motors. Este vehículo vendió 40.935 unidades en noviembre de 2021, más que BYD o Tesla.
El Wuling Hongguang, vehículo eléctrico desarrollado en China
Xuzhou Construction Machinery Group, el mayor fabricante mundial de grúas, está pasando una revisión de la Comisión de Regulación de Valores de China para reestructurar su capital de manera que entren inversores privados y extranjeros. Esta operación es un ejemplo de cómo el espacio de las empresas estatales chinas se ha vuelto más emprendedor y abierto a la colaboración con inversores externos.
Otro enfoque para los inversores extranjeros sería prestar atención a gestores de fondos estatales como China Internacional Capital Corporation o CS Partners, que ofrece su primer fondo en dólares con la participación de la State Development and Investment Corporation. Los gestores de fondos de empresas estatales tienen acceso a acuerdos exclusivos en China y suelen estar abiertos a la entrada de inversores extranjeros.
Por último, las empresas estatales ganarán en atractivo en los mercados bursátiles a medida que solidifiquen su dominio del mercado y se vayan consolidando. China Duty Free Group saldrá a Bolsa en Hong Kong en el primer trimestre de este año y ya cuenta con el compromiso de varias instituciones extranjeras. Muchos inversores ven a esta compañía, que domina el mercado duty free de China con una cuota del 92%, como una apuesta que capturará mejor el crecimiento del sector privado en China que plataformas tradicionales como Alibaba o Meituan, más sujetas al escrutinio regulatorio.
Empresas estatales e innovación
China compite en todo el espectro de nuevas tecnologías con las principales potencias mundiales.
Se prevé un incremento anual del 7% en la inversión en tecnologías emergentes clave.
Las instituciones estatales están sincronizadas con las políticas centrales pero también tienen una buena posición para atraer talento y fomentar la innovación.
Pregunta: ¿Pueden las empresas estatales chinas competir en innovación con grandes polos internacionales como Silicon Valley?
Respuesta: Viendo el punto en el que se encuentra China con respecto a Estados Unidos y las tecnologías emergentes, las estrategias que recoge el Plan están funcionando claramente. China ha avanzado de manera extraordinaria en tecnologías como la Inteligencia Artificial, los semiconductores, las redes 5G, la computación y la comunicación cuánticas, la biotecnología y las energías renovables. Lo ha hecho hasta un punto en el que ya compite en todo el espectro con Estados Unidos, e incluso en algunas áreas ya tiene posición de liderazgo, según un informe reciente del Harvard Kennedy School Belfer Center.
En 2020, China produjo la mitad de los ordenadores y teléfonos móviles de todo el mundo, mientras que Estados Unidos produjo un 6%. Por cada panel solar producido en Estados Unidos, China produce 70. China vende cuatro veces más vehículos eléctricos, tiene nueve veces más estaciones 5G y redes cinco veces más rápidas.
El progreso de China en Inteligencia Artificial ha llegado a preocupar a la Comisión Nacional de Seguridad de Estados Unidos, que ha advertido de que China va camino de una posición de liderazgo mundial para 2030. El citado informe de Harvard añade que China ya está por encima de Estados Unidos en aplicaciones prácticas de la inteligencia artificial como reconocimiento facial y de voz, y Fintech.
Volviendo a los compromisos del Plan en investigación y desarrollo, se prevé un incremento anual de la inversión de un 7% en áreas emergentes clave. En la práctica, esto revelará una particularidad del sistema chino, y es que sus empresas estatales tienen ventajas estructurales sobre el sector privado. La mayor parte de la financiación a la investigación que contempla el Plan viene de becas de instituciones como la Academia China de Ciencias Sociales y la Universidad de Ciencia y Tecnología. Estas instituciones son estatales, están totalmente sincronizadas con las políticas centrales y, aunque tienen prestigio académico para atraer talento mundial, también juegan un papel secundario de inversión y gestión de activos.
La línea entre empresas estatales y privadas se va a ir diluyendo.
Alex Zhang
Un buen ejemplo de esto sería el Instituto de Automatización de la Academia China de Ciencias. Se trata del principal instituto de investigación de inteligencia artificial en China, con una plantilla de 1.062 personas. Desde 1956, el instituto ha liderado la mayoría de los descubrimientos de China en reconocimiento facial y de voz, automatización y aprendizaje automático. Ha estado presente en tecnologías recientes como ZTSPeech Cloud, que Alibaba usa en su ecosistema móvil para reconocimiento de voz; las tecnologías de síntesis de voz incorporadas en Baidu Cloud, el Sistema de Navegación de Imágenes Moleculares para Cirugía implantado en muchos hospitales del país o el sistema de supercomputación MAPU.
El Instituto también es el propietario de un organismo de inversión llamado China AI Investment Management, que suele operar como inversor ángel para laboratorios de investigación que trabajan en aplicaciones prácticas de estas líneas de investigación y en modelos reales de negocio.
Del mismo modo, la Universidad de Ciencia y Tecnología de China anunció en 2021 la apertura de su primer laboratorio cuántico, con un presupuesto de 10 mil millones de dólares. En octubre del año pasado, la misma institución anunció que su ordenador cuántico Zuchongzhi-2 puede operar 10 millones de veces más rápido que el Sycamore de Google, convirtiéndose en el más rápido del mundo y el primero en batir a este último.
China se ha convertido en un líder mundial en computación cuántica
Es importante subrayar las ventajas estructurales que las empresas estatales tienen a la hora de promocionar talento interno y comercializar investigación científica. Sin embargo, también es importante reconocer que las principales empresas estatales chinas están bien posicionadas para atraer talento de fuera. El principal fabricante de chips, Tsinghua Unigroup, participado en su mayoría por la Universidad de Tsinghua (también estatal), anunció en noviembre de 2019 la contratación de Yukio Sakamoto, un gigante en el sector japonés de los chips, como vicepresidente y director de su subsidiaria en Japón.
La línea entre empresas estatales y privadas se va a ir diluyendo. Muchas empresas privadas forman joint ventures con empresas estatales, o atraen inversión estatal, para incrementar sus posibilidades de obtener financiación de los bancos y valoraciones más altas en rondas de financiación. Al mismo tiempo, las empresas estatales buscan socios privados que les ayuden a emplear sus recursos de manera más eficiente.
Sectores vedados a inversores extranjeros
Las restricciones a la inversión extranjera son, en muchos sectores, una cuestión de matices.
En tecnologías emergentes, la línea divisoria está más clara.
Las empresas que se dedican a semiconductores e inteligencia artificial suelen estar abiertas a inversores extranjeros, con algunas restricciones.
Pregunta: ¿Qué sectores emergentes estarán abiertos a las inversiones extranjeras y cuáles no? Hay muchas tecnologías que pueden emplearse en el ámbito militar, por ejemplo. ¿Cómo y dónde dibujará una línea el gobierno chino?
Hay directrices claras sobre los sectores que están restringidos a las inversiones extranjeras, ya sea de manera parcial o total. Sin embargo, estas restricciones pueden ser cuestiones de matiz. Por ejemplo, la pesca en aguas territoriales chinas o la creación de cultivos genéticamente modificados están vedados a inversores foráneos, pero hay una gran excepción para negocios en nuevas variedades de trigo, en los que los inversores extranjeros no pueden tener una participación superior al 34%.
Del mismo modo, los medios de comunicación deben tener una participación mayoritaria china, pero puede haber inversores extranjeros. Sin embargo, los medios que traten sobre política y economía nacionales, y aquellos que redistribuyen publicaciones extranjeras, deben estar controlados por una empresa estatal.
Hay directrices claras sobre qué sectores están restringidos a las inversiones extranjeras, pero las restricciones pueden ser cuestiones de matiz.
Alex Zhang
En tecnologías emergentes, la línea es más clara. Estas áreas de negocio están expresamente vetadas al capital extranjero: desarrollo y aplicación de células madre, investigación en Humanidades y Ciencias Sociales, investigaciones geodésicas, cartografía, geología mineral, geofísica, geoquímica, geología ambiental, transporte nacional de agua, correos, venta de tabaco, televisión por satélite y minado de tierras raras, minerales radioactivos y tungsteno.
Una reflexión rápida sobre inteligencia artificial y semiconductores. La mayoría de los gestores de fondos estatales que invierten en estos sectores rechazaría socios extranjeros ya que dichos fondos están constituidos, principalmente, como blind pools. Sin embargo, las empresas sí suelen estar abiertas a los inversores extranjeros, o ya los tienen. Mientras estos no intenten tomar el control operativo de la compañía o adquirir una participación mayoritaria, en inteligencia artificial y semiconductores su presencia suele estar permitida.
Riesgos en el sector inmobiliario
El mercado inmobiliario chino tiene un exceso de oferta.
Una de las principales prioridades del gobierno es garantizar que las promociones en curso se finalizan y entregan a tiempo.
El gobierno intentará estabilizar los precios, pero no no habrá un rescate masivo de deuda.
Pregunta: Una cuestión de importancia capital para la economía china es la perspectiva de su sector inmobiliario. Recientemente Evergrande incurría en impago de su deuda en dólares y suspendía su cotización en Hong Kong. Se habla desde hace años de la posibilidad de un estallido de la burbuja inmobiliaria. ¿Es probable que veamos este escenario a corto plazo?
Es importante abordar este tema con perspectiva. El mercado inmobiliario de China tiene un descomunal exceso de oferta. Hay más de 90.000 promotores en China y unos 900 millones de residentes urbanos. Hablamos de un promotor por cada 10.000 residentes. China construye una media de 15 millones de casas al año, cinco veces más que Estados Unidos y Europea juntas. Una cuarta parte de estas casas se queda sin vender.
Además, en torno a un 78% de la riqueza de la China urbana está en propiedad residencial, en comparación con un 35% en Estados Unidos. Si continúa el exceso de oferta, espoleado por un desarrollo descontrolado, el gobierno cree que el resultado será un colapso de los precios, una ola de quiebras corporativas y, en consecuencia, la desaparición de los ahorros de mucha gente.
La principal prioridad de China en el sector inmobiliario es enfriar el lado de la oferta y enfocar la demanda con mejores controles de calidad y garantías de que las casas vendidas se construyen y se entregan a tiempo.
Es prioritario establecer controles de calidad y garantías de que las casas vendidas se construyen y entregan a tiempo.
Alex Zhang
En este sentido, China está más preocupada de que los precios suban que de un estallido. Los depósitos de divisas están en niveles de récord, alrededor de 1 billón de dólares, y el superávit comercial en los primeros 9 meses de 2021 fue de 440 mil millones de dólares, muy superior a años anteriores, según estimaciones de Morgan Stanley. Este descomunal superávit de dólares da a China un cojín con el que protegerse de potenciales shocks en la economía mundial. También una importante opción de liquidez en un escenario negativo.
De manera adicional, hay controles estrictos de precios en la compraventa de casas, lo que prevendría un colapso. Hay suficiente liquidez para garantizar que se completan las proporciones que están a medias. En el caso de los promotores en problemas crediticios, hay empresas estatales que están ayudando en la compra de activos y en la finalización de promociones en curso.
Promoción de viviendas construida por Evergrande en Yuanyang
Dicho todo esto, la amenaza de quiebras siempre ha sido alta. Sólo en la primera mitad de 2020, 228 promotores inmobiliarios entraron en bancarrota. Muchas de las políticas actuales van encaminadas a mitigar el riesgo de quiebras. La administración se inclina por dejar que el mercado decida el destino de los promotores, al tiempo que mantiene herramientas para prevenir la volatilidad.
Puede que el panorama no sea del todo positivo para tenedores extranjeros de bonos, ya que su rentabilidad depende de que los promotores tengan ingresos y liquidez y que puedan reestructurar su deuda. Es una realidad que enfrentan muchos promotores, y sólo en unos pocos casos se podría contar con la intervención del estado para refinanciar deuda. Lo que pueden hacer los reguladores chinos es estabilizar los precios y garantizar la finalización de las promociones, pero desde luego no un rescate masivo de deuda, como querrían algunos inversores.
Barcelona y Shanghai celebran en 2021 el vigésimo aniversario de su hermanamiento. Para conmemorar esta efemérides, ambas ciudades celebran el Barcelona-Shanghai Bridge, un ciclo de actividades que congrega a profesionales, universidades, empresas e instituciones públicas de las dos ciudades. Hablamos con Mario Rubert, director de Promoción de la Ciudad de Barcelona, sobre el programa y el espíritu de colaboración entre ciudades que lo guía.
¿Cómo nace la idea del Barcelona-Shanghai Bridge y cuáles son las actividades que se están desarrollando en el marco de esta iniciativa?
Este año celebramos el 20º aniversario de este hermanamiento. No cualquier ciudad tiene un hermanamiento con Shanghai. Esto es un privilegio, fue una visión de los dos alcaldes hace 20 años, que intuyeron que había muchos elementos de intercambio y colaboración entre las ciudades. Sin embargo, es bueno dar un push a las cosas. Con ocasión de los 20 años, pensamos en intentar implicar a gentes de un lado y otro para que hagan cosas juntas. Convocamos en Barcelona una reunión con agentes económicos e institucionales de ámbitos estratégicos y con potencial de desarrollo entre Barcelona y Shanghai, les propusimos la idea y les gustó enseguida. Se sumaron a programar con partners de aquí y allá actividades con este marco.
Además teníamos un marco muy bonito que nos permitía poner un paréntesis a estas actividades: por un lado, se inauguraba la primera edición del Smart City Expo de Shanghai, organizado por Fira de Barcelona, y en noviembre empieza la Smart City Expo de Barcelona. Entre estos dos eventos aprovechamos para intentar concentrar actividades.
¿Cómo es de importante la colaboración entre ciudades en el marco general de los intercambios bilaterales entre países?
Creo que es muy importante. La diplomacia económica, cultural, educativa al nivel más terrenal, que es el de las ciudades, el más próximo al ciudadano, creo que cose y articula relaciones de fondo. También con Asia y con China, donde es particularmente importante coser relaciones de confianza y no hacer one-shots, acciones más quirúrgicas o puntuales.
En China, Barcelona tiene un buen posicionamiento y relaciones con ciudades importantes como Shanghai pero también Shenzhen, por poner otro ejemplo, a base de haber trabajado las relaciones a todos los niveles. Hace 20 años que creamos un China Desk, un tema muy innovador en ese momento, y nos ha ido muy bien tener una persona en el departamento de promoción de la ciudad que habla cantonés y mandarín y que ha podido ir teniendo una interlocución fluida con ciudades chinas. Que esa persona se haya mantenido y haya sido siempre la misma ha generado una confianza importante a nivel institucional y empresarial.
¿Cuáles son los ámbitos en los que estáis trabajando en el Barcelona-Shanghai Bridge?
Destaco la pluralidad y la diversidad. Desde un Innovation Day, que pone en contacto los ecosistemas científicos, algo importantísimo, a actividades del Puerto de Barcelona o actividades en el ámbito educativo, donde participan universidades o el Instituto Confucio. También hay actividades que organiza Casa Asia, de divulgación de películas, y hay actos con inversores y empresas, incluso contactos telemáticos con aerolíneas que tenían vuelos directos con Barcelona pre-pandemia, para intentar recuperar los lazos de confianza y esta conexión tan importante a todos los niveles.
La riqueza de este programa es la variedad de colaboradores que hemos tenido. También es muy importante la exposición sobre Miró que hay en Shanghai, con una buena receptividad y claro exponente de la Marca Barcelona. Turismo, el puerto, las universidades, el Instituto Confucio, Casa Asia, el Comité de Rutas, la Fundación Juan Miró, Prodeca, la Generalitat, Acció… ha habido más de 20 actores para más de 20 actividades para celebrar los 20 años: cifras redondas.
¿Cómo ves a medio plazo la reactivación de los contactos presenciales entre ciudades?
Asia y China parecen ser lo más tardío. En Europa ya se ha reactivado todo, también en Estados Unidos; el tema Asia va un poco más lento. Nos hubiera encantado que alguna actividad hubiera podido tener carácter presencial, pero todavía el mercado está muy cerrado. Esperamos que se reactive pronto, todos hablan de que hay un cierto impasse hasta la celebración de los Juegos Olímpicos en febrero, hay un cierto proteccionismo de que no haya ningún brote. Esto es macro-política que se nos escapa, pero tenemos muchas ganas de retomar lo presencial con Shanghai y Asia en general.
Hemos de conseguir una autopista con tráfico en las dos direcciones.
Mario Rubert, director de Promoción de la Ciudad de Barcelona
¿Planteáis el hermanamiento con Shanghai como algo estratégico? ¿Cómo ves el futuro de este lazo?
El hermanamiento nos genera un marco de complicidad y de buena relación. Hemos de ser capaces de darle contenido. Por un lado siempre hay una capa institucional, pero hemos de conseguir una autopista con tráfico en las dos direcciones. Estamos intentando generar relaciones de confianza y hacer que las cosas pasen. Eventos o efemérides como este son una oportunidad magnífica para intentar estrechar estos lazos y seguir construyendo confianza.
La escritora Anne-Hélène Suárez fue galardonada, el pasado mes de septiembre, con el Premio Nacional de Traducción 2021 por sus traducciones de obras clásicas chinas. Sinóloga de formación, se graduó en la Universidad de París VII. También pasó por la Universidad de Pekín y, más tarde, se doctoró en la Universidad Autónoma de Barcelona. Por sus manos han pasado obras de algunos de los tótems del pensamiento y las letras de China, como el filósofo Confucio o el poeta Li Bai. También ha traducido obras de narrativa moderna, como las populares ¡Vivir! y Crónica de un vendedor de sangre, de Yu Hua. Hablamos con ella sobre el estado de la cultura china en España y la salud (y las perspectivas) de la enseñanza del mandarín en nuestro país.
Anne-Hélène Suárez. Fotografía de Carme Esteve.
¿Cómo valora el estado de la cultura china en España? En general, ¿se la conoce y aprecia?
La cultura china sigue siendo muy desconocida en España, donde no hay una tradición sinológica comparable a la existente en otros países europeos, americanos o asiáticos. A pesar de ello, es una cultura apreciada, particularmente en sus manifestaciones más antiguas y clásicas.
Usted tiene una larga trayectoria como sinóloga y traductora. En relación con la primera pregunta, ¿cómo ha evolucionado el interés por la cultura china en España desde que comenzó su carrera? ¿Hemos avanzado?
Sí, desde luego, hemos avanzado mucho. Cuando empecé, en 1978, prácticamente sólo se podía estudiar chino en la Escuela Oficial de Idiomas y, por aquel entonces, con un nivel muy bajo. Si uno quería hacer estudios de lengua y civilización chinas, tenía que ir a otros países. En mi caso, fui a Francia, a la universidad París VII (Jussieu). Ahora hay estudios de chino en varias universidades españolas.
Aun así, suelen ser estudios con poco énfasis en la lengua y la literatura, muy poco o nulo en el chino clásico -pese a que es la lengua en que está escrito todo hasta las primeras décadas del siglo XX- y, de un modo general, muy poco también en la civilización china. Por lo tanto, siguen estando lejos de poder compararse con los estudios chinos de otros países con verdadera tradición sinológica. Y lo que se publica en España en cuestión de literatura china, pensamiento chino, civilización china en general, ya sea en forma de traducción o de creación, va en consonancia.
Se habla mucho del chino mandarín como el idioma del futuro. ¿Está de acuerdo con esta apreciación?
Más bien diría que es un idioma con futuro. Es una lengua que me apasiona, no tanto por su futuro -que está ligado a la potencia sobre todo económica de China-, como por el acceso que da a su riquísima civilización. Pero, por ceñirme a su pregunta, sí, es un idioma con proyección al futuro, de eso no cabe duda.
Cuando empecé, prácticamente sólo se podía estudiar chino en la Escuela Oficial de Idiomas. Ahora hay estudios en varias universidades españolas.
Anne-Hélène Suárez, Premio Nacional de Traducción 2021
¿Cuál es el estado de la enseñanza del chino en España? ¿Hay una oferta suficiente en todos los niveles educativos? ¿Existe interés por parte de padres y alumnos?
A esto ya he contestado en parte en la segunda pregunta. Actualmente, en España, se enseña chino en muchos centros de todo tipo, desde las escuelas oficiales de idiomas hasta las universidades, generalmente en las facultades de filosofía y letras o en las de traducción. Pero es insuficiente, tanto en horas semanales como en diversidad de asignaturas complementarias que apuntalen esos estudios, que en su mayoría son de lengua moderna hablada, aunque incluyan escritura (generalmente simplificada).
Debería enseñarse, como ocurre en otros países, en colegios e institutos de enseñanza media, públicos por supuesto. Existe cierto interés, es indudable, pero el interés se crea también con una oferta docente de calidad, con más publicaciones, con más presencia del cine chino, con más manifestaciones culturales que vayan más allá de lo folklórico.
La cultura de un país es su tarjeta de visita, lo que hace que sea prestigioso o no.
Anne-Hélène Suárez, Premio Nacional de Traducción 2021
¿Cuál es el papel de la cultura en la diplomacia? ¿Un mayor conocimiento de la cultura china puede ayudar al conocimiento de China en otros ámbitos y, por tanto, a un mayor acercamiento con nuestro país?
La cultura de un país es su tarjeta de visita, mucho más que su potencia económica o militar. Es lo que hace que un país sea prestigioso o no lo sea. Desde luego, un mayor conocimiento de la cultura china se reflejaría en un mayor conocimiento de las demás facetas de ese país y en unas relaciones probablemente más próximas y fluidas.
Las crecientes dificultades regulatorias a las que están haciendo frente las grandes tecnológicas en China están redefiniendo el tablero de juego para un sector que ha sido clave en el crecimiento económico del país durante los últimos años. Movilidad compartida, FinTech, educación online, videojuegos… la lista de sectores afectados crece por momentos.
Analizamos las implicaciones de esta oleada regulatoria con Raquel Jorge Ricart, analista del Real Instituto Elcano especializada en política tecnológica y digital. Nos preguntamos si hay un patrón y a qué obedece, analizamos cómo se compara la política de protección de datos de China con las de la Unión Europea o Estados Unidos y reflexionamos sobre las implicaciones geopolíticas y sociales de este cambio de paradigma en la segunda economía del mundo.
La exposición «El sueño español de China, 1845-1945», concluyó su primera fase, en el Instituto Cervantes de Pekín, el pasado 30 de agosto. Este mes se espera que comience su segunda etapa, en la Biblioteca Miguel de Cervantes, de Shanghai. La muestra bebe del Archivo China-España 1800-1950, que desarrolla el grupo de investigación ALTER de la Universitat Oberta de Catalunya. Hablamos con los dos comisarios de la exposición, los historiadores David Martínez Robles y Xavier Ortells Nicolau, que repasan con nosotros la historia de los españoles en China en un siglo turbulento y determinante para el país asiático. Misioneros, empresarios, costureras, pelotaris y buscavidas de todo tipo conforman un relato apasionante que arroja luz sobre la España y la China de la época, así como la manera en la que ambas se relacionaron.
La exposición cubre el periodo que va entre 1845 y 1945. ¿Por qué esta horquilla de fechas?
David Martínez: no son fechas puestas porque sí. Esta exposición intenta plasmar algunos de los temas del Archivo China-España, cuya documentación coincide aproximadamente con este periodo. En 1845 ya ha tenido lugar la Primera Guerra del Opio, momento en el cual las relaciones de China con los países occidentales entran en una nueva era. Hasta entonces los ejes de esas relaciones habían sido los misioneros y el comercio, que se llevaba a cabo principalmente a través de las Filipinas, con el Galeón de Manila como máximo exponente, o a través de la vía portuguesa. A partir de 1842, con el final de la Primera Guerra del Opio y la firma del primer tratado desigual de Nanjing, las circunstancias cambian completamente. Es en torno a 1844 cuando llegan los primeros representantes españoles tras la Primera Guerra del Opio. Por otro lado, hacia 1945 cambian enormemente las circunstancias tanto en España como en China. Las relaciones diplomáticas con la China continental se rompen con la victoria del Partido Comunista Chino. La presencia de extranjeros en China pasa a ser mucho más testimonial.
Xavier Ortells: los libros que había sobre las relaciones entre España y China trataban principalmente sobre misioneros, grandes tratados sobre China escritos por españoles, traductores del chino, incluso sobre un proyecto español para conquistar China. La historiografía se centraba en los siglos XVI, XVII y XVIII (con la notable excepción de la obra de José Eugenio Borao). A partir de las Guerras del Opio llegan con fuerza los británicos, los rusos y los americanos, entre otros, y España pasa a ser un actor muy secundario. Como investigadores conocíamos ese vacío historiográfico y creíamos que no era normal, dado que se mantenía la presencia española en las Filipinas. Nuestra contribución ha sido llenar ese vacío.
“Nombres chinos de España en el siglo XIX. Pequeña Luzón, Gran Luzón y una forma moderna basada en la fonética del vocablo España.”Archivo China España, 1800-1950
David: y luego hay una no-fecha, que es el 1898. Se asumía que, para las relaciones entre España y China del XIX, la pérdida de Filipinas era como un agujero negro y que no habría nada significativo después del 98. Para nada: después del 98 la presencia de españoles se incrementa. La historiografía había supuesto que la pérdida de Filipinas había significado la pérdida de las relaciones con China, de modo similar a como la relación de España con China ya había perdido fuerza con el final del Galeón de Manila a inicios del siglo XIX. Por ello, el 98 es una no-fecha que conviene destacar porque no representa un cambio significativo.
Xavier: hay que destacar que hay un momento en el XIX en el que el interés de la corte imperial china por España es más por Filipinas, y eso queda reflejado incluso en el nombre. Están la Gran Luzón, nombre empleado para designar a España, y la Pequeña Luzón, para las Filipinas. El nombre moderno para España tarda en llegar y durante buena parte del XIX en China se refieren a ella en relación con las Filipinas.
¿Cuáles son los antecedentes de esta relación entre España y China? ¿De dónde veníamos?
David: España es, hasta el siglo XVIII incluido, uno de los países que tiene relaciones más directas, intensas y amplias con China. Junto a ella estaban también Portugal y Holanda, y sólo a finales del XVIII empiezan a tomar el relevo otros países como Inglaterra o Francia. Desde la llegada de españoles a mediados del XVI a las Filipinas existe una colonia española en Manila, y ello permite establecer una primera ruta comercial con la costa china, desde Xiamen a Manila, que se dirigía posteriormente hacia Nuevo México y desde allí llegaban alguos productos chinos a la Península.
Esta ruta permite no sólo la circulación de bienes, principalmente la plata americana que llega a China y todas las manufacturas que llegan a Europa desde China, sino también la circulación de personas, como es el caso de los misioneros. Estos se establecen, sobre todo, en la costa china, aunque algún jesuita español llega incluso a asentarse en Pekín, como es el caso de Diego de Pantoja. Estos son los antecedentes: relaciones marcadamente comerciales. Esto cambia, sobre todo, a partir del XVIII con la introducción en China de opio indio por parte principalmente de los británicos y, después, a principios del XIX, con el comercio masivo de esta sustancia, en el que España participa a través de algunos comerciantes privados. Y después llegan las Guerras del Opio en un contexto de expansión imperial británica: allí cambia totalmente la relación de China con los países occidentales.
Tras las Guerras del Opio, cambia totalmente la relación de China con los países occidentales.
David Martínez Robles, comisario de la exposición «El sueño español de China».
A partir de este punto de inflexión, ¿cómo pasan a relacionarse los países occidentales con China? ¿Quiénes eran los españoles que llegan a China a mediados del XIX?
David: sigue habiendo misioneros. Por ejemplo, los dominicos se mantienen en territorio chino desde el siglo XVII hasta el XX, aunque en un número relativamente pequeño. A partir de los años 1840 empiezan a llegar representantes españoles enviados desde Madrid para ver cómo puede beneficiarse España de la situación creada a partir de la Primera Guerra del Opio. Hay comerciantes de Manila que quieren aprovechar las nuevas circunstancias y establecer rutas comerciales directas con los puertos de China abiertos tras las Guerras del Opio. Esos tres perfiles, misioneros, diplomáticos y comerciantes, son los que están allí esos primeros años. El número es escaso, no son cifras muy importantes. Los más presentes siguen siendo los misioneros hasta bastante avanzado el XIX.
¿Cómo viven los españoles en China el inicio de las grandes turbulencias que acaban con el desmoronamiento de la estructura imperial en 1911-1912?
David: los españoles son más espectadores que protagonistas: en general informan, escriben, cuando vuelven a España hacen charlas sobre estos acontecimientos más turbulentos: la guerra sino-japonesa, el problema de los boxers u otros conflictos con los países occidentales. Son básicamente testimonios, a veces más cercanos y otros más lejanos. En algún momento hay alguna propuesta para intervenir como potencia imperial en China, pero no se lleva a cabo. España tiene una presencia secundaria, el papel de siglos anteriores ya se ha perdido. Hay españoles pero la presencia institucional es poco significativa, España no tiene concesiones en la costa china, por lo que la posición de los españoles es también menor.
Xavier: distintas órdenes misionales, como los agustinos, los franciscanos o los jesuitas, tenían procuraciones en ciudades como Shanghai o Wuhan, pero el verdadero trabajo misional lo realizaban en pueblos del interior, solos o en pareja, lo cual era peligroso, dado el clima de guerras y revoluciones, que a menudo toma un cariz xenófobo y anti-imperialista. Hay muchos casos de mártires. La percepción de la mayoría de españoles, que vive en Shanghai, es muy diferente. Desde la ciudad las turbulencias se viven como una molestia para el comercio. El cambio de siglo es un momento importante. Si bien se pierde la colonia filipina, la presencia española persiste y de hecho supone una élite económica y cultural. Pero muchos otros, atraídos por el dinamismo de Shanghai, que pasa a ser el nuevo centro económico de la región, se instalan en China. Desde entonces, y hasta los años 30, se incrementa la presencia de españoles a título individual, a medida que Shanghai explota económicamente.
Hay muchos españoles que, atraídos por el dinamismo de Shanghai, que pasa a ser el nuevo centro económico de la región, se instalan en China.
Xavier Ortells Nicolau, comisario de la exposición «El sueño español de China».
Algunos publican opiniones sobre los cambios sociales en la prensa anglófona local o incluso en la española. El punto de vista de la época era colonial e imperialista. La victoria de Japón contra Rusia en 1905 supone un trauma para la mentalidad imperialista de la época. Los occidentales empiezan a darse cuenta que la modernización asiática puede llevar, incluso, a que venzan en conflictos contra los europeos. Hay más dudas sobre la capacidad de los chinos. En la época de los gobiernos nacionalistas y de las guerras posteriores habrá colaboración, pero con la victoria comunista, que muchos no se esperaban, se produce la ruptura.
Xavier: Gaudencio Castrillo es una personalidad muy interesante, un misionero agustino a cargo de la procuración de Shanghai que se convierte en una suerte de bróker. En Shanghai se podía hacer mucho dinero, y los agustinos mueven mucho dinero e inversiones, en sectores como el inmobiliario, el caucho o el petróleo para financiar sus misiones del interior en la provincia de Hunan.
Hay otras dos personalidades, quizás las más conocidas. Por un lado, el arquitecto Abelardo Lafuente. El arquitecto Álvaro Leonardo ha trabajado mucho su figura, incluso en su tesis doctoral, y de hecho en Shanghai nuestra exposición se complementa con una muestra sobre Lafuente a cargo de Álvaro. Por otro lado está Antonio Ramos (sobre el que ha trabajado mucho el investigador Nacho Toro, de quien la exposición incluye un documental sobre Ramos). Los dos vienen de esta conexión con Filipinas. Lafuente diseña edificios que siguen a día de hoy en Shanghai. Para crearse una marca personal, diseña edificios de inspiración mozárabe, por ejemplo con ventanas lobuladas al estilo de la Alhambra. Antonio Ramos realizó las primeras proyecciones de cine en Shanghai y más tarde se convertirá en productor, e incluso invertirá en la construcción de cines, algunos diseñados por Lafuente.
“Membrete de la Ramos Amusement Co en el que se listan sus ocho cines”. Archivo China España, 1800-1950
Otro personaje interesante es Juan Mencarini. Trabajó en las aduanas imperiales de China, una institución impuesta por los británicos tras las Guerras del Opio para recaudar los aranceles del comercio y racionalizar el comercio internacional. Mencarini alcanzó un grado importante y llegó a ser comisionado de Xiamen (Fujian). Además, Mencarini fue historiador de la filatelia en Asia y uno de los impulsores de la fotografía en China, al participar en la creación de algunas de las primeras asociaciones de fotógrafos amateur. Él mismo fue fotógrafo, y sus imágenes circularon entre la comunidad extranjera y en la prensa española de la época. Es un antecesor de los especialistas en Asia oriental. Hasta entonces, quienes publicaban estudios sobre China en la prensa eran misioneros, diplomáticos o viajeros, pero sus estudios eran más rigurosos. Fue miembro de la Real Sociedad de Geografía y enviaba artículos académicos sobre la historia de China y Taiwán.
¿Era fácil buscarse la vida en la China de la época para un extranjero? ¿Había muchos dolores de cabeza en el aspecto burocrático?
Xavier: hoy, China es un estado soberano, pero en esa época, los españoles llegaban a concesiones internacionales, parcelas de ciudades como Shanghai, Tianjin o Hankou que China había sido obligada a ceder a los extranjeros. Llegar a Shanghai era como llegar a Londres, eso sí, con el toque exótico que le daban los chinos que se veían por la calle.
David: los testimonios que hemos leído no mencionan estos problemas, ni la problemática a nivel de adaptación burocrática ni un choque cultural. Ellos ven en China otra cultura, sí, pero con una mirada muy distinta a la actual, no pretenden integrarse. Lo que pretenden es rodearse de otros europeos, otros españoles, incluso tomar un vino de cuando en cuando en alguno de los establecimientos que los españoles tienen en el Shanghai de inicios de siglo XX, por ejemplo. De todos modos, hay casos muy contrastados. ¿Qué significa ser español en la China de esa época? Una parte muy importante de los españoles de este periodo son filipinos, de origen asiático. No son señoritos de buena familia llegados de Sevilla, Madrid o Barcelona. Esta parte de la comunidad española es de la que menos se escribe porque no fundan cines, no ocupan cargos ni son cónsules. En el otro extremo, hay otros españoles, peninsulares, que hacen fortuna y triunfan, y entre estos dos extremos podemos encontrar una gran diversidad de perfiles.
Hay algunos españoles que tienen una profesión y llegan a China para ejercerla, como Abelardo Lafuente, que es arquitecto. O Melchor Vela, que es músico y crea la primera banda municipal de la ciudad de Shanghai. Hay otros que van a buscarse la vida, como es el caso de Antonio Ramos, que llega allí con pocos recursos para buscar fortuna. En cualquier caso, la vivencia es muy distinta a la nuestra. En sus escritos destacan el problema que representa para ellos el clima, porque algunos enferman. Es el caso de algunos cónsules, que no ven en China un destino especialmente deseable. Ellos prefieren ir a Lisboa, Bruselas o Río de Janeiro antes que a China. Es un lugar donde algunos mueren por enfermedades o tienen que ir durante algunas temporadas a Manila para recuperarse de la disentería, el tifus y otras problemáticas similares. Pero el choque cultural no es tal porque viven en ciudades occidentales, las concesiones internacionales que se desarrollan al lado, pero aparte, de las ciudades chinas, a las cuales describen peyorativamente como sucias y poco atractivas. En cambio, por poner un ejemplo, a la concesión de Shanghai la ven moderna, mucho más incluso de lo que era España en aquel momento. Por otro lado, existen testimonios de mujeres españolas que van a trabajar en la industria textil, son costureras, pero no sabemos casi nada de ellas, aunque sin duda se trata de una vivencia muy diferente a la de otros miembros de la comunidad española.
Xavier: salvando las distancias, sería el Dubai de la época: un lugar donde se va a hacer dinero muy rápido. Shanghai es famosa en la época por el juego, la prostitución, el opio, una legislación laxa, cuanto menos…
Salvando las distancias, [Shanghai] sería el Dubai de la época: un lugar donde se va a hacer dinero muy rápido.
Xavier Ortells Nicolau, comisario de la exposición «El sueño español de China».
David: llama mucho la atención el caso de los pelotaris. Estos llegan durante los años 30 del siglo XX. Se trata de deportistas que llegan a una ciudad en la que se construye un jai alai y viven en un entorno europeo, occidental. Es un deporte que en aquel momento mueve mucho dinero, a través de las apuestas, en las que participan occidentales y chinos. Es gente que vive bien, que tiene buenos sueldos. Había un segundo frontón en Tianjin y se desplazan de uno a otro en avión. Invierten en negocios, abren restaurantes. Es, como decía Xavier, el Dubai de la época. Ejercen su profesión, se casan en algún caso con Miss Shanghai, pertenecen a la parte alta de la sociedad y ganan mucho dinero. Su experiencia contrasta con la del porteador del puerto, que suele ser filipino y que pertenece a un grupo social muy distinto al de los pelotaris.
Anuncio del frontón de Shanghai en la revista Zhonghua yuebao 中華月報 (Central China Monthly). Archivo China-España 1800-1950.
Xavier: en los años treinta se asocia a España con religiosos y pelotaris, porque es lo que más había. Delante del frontón abrieron un restaurante y lo llamaron Sevilla. Si el cónsul tenía que reunirse con alguien o había que montar una celebración lo hacía en el Sevilla.
¿Cómo es el fin del periodo? Tras la Segunda Guerra Mundial y una guerra civil en China, emerge como claro ganador el Partido Comunista, que funda la República Popular. Se acaba la China de las concesiones y surge otra alineada, por el momento, con el bloque soviético. ¿Cómo viven aquello los españoles en China?
Letra de la canción «¡Defended Madrid!», de Mai Xin. Archivo España China 1800-1950.
Xavier: antes de llegar a la República Popular ha habido algo que ha determinado mucho las relaciones entre China y España: la Guerra Civil española. El comunismo internacional verá un paralelismo entre la sublevación franquista y la invasión japonesa, que entenderá como eventos paralelos del auge del fascismo. En China, por ejemplo, se componen canciones revolucionarias que hablan de “resistir como Madrid”, en referencia al largo asedio de la capital española. El mismo Mao defiende que China necesita un Frente Popular como el español (el que ganó las elecciones del 36) para hacer frente a los japoneses.
Un compañero de nuestro grupo de investigación, Carles Brasó, está estudiando el caso de una serie de médicos que llegaron a España para unirse a las Brigadas Internacionales y que más tarde viajaron a China, que entendían como el siguiente escenario de la lucha contra el fascismo. En ambos lugares, fueron responsables de importantes avances médicos, como las transfusiones y ambulancias en el frente. Curiosamente, se los conoce como los “Spanish doctors”, aunque ninguno era español.
Cuando llega la República Popular, se rompen relaciones. Como todo el mundo occidental, Franco reconocerá la República de China (esto es, el gobierno de Chiang Kai-Shek en Taiwán), pero ya antes, durante la guerra, el gobierno chino había tenido dudas sobre quién suponía el gobierno legítimo de España. Algunos diplomáticos se declaran rápidamente representantes del Gobierno de Burgos, mientras otros son fieles a la República.
Para concluir, ¿qué os ha sorprendido más sobre la presencia española en China tras la labor de investigación que habéis realizado?
David: sin duda, la diversidad de personajes y perfiles de españoles que viven en China en aquel momento, más allá de unas pocas figuras más destacadas que se habían identificado. Sorprende ver que se trata de un volumen de residentes relativamente importante para un país sin concesiones. El número de españoles se mantiene entre los 300 y los 500 durante la primera mitad de siglo XX, lo cual es un volumen muy importante para un país sin concesiones.
Nos sorprendió la diversidad de personajes y perfiles de españoles en China en aquel momento.
David Martínez Robles, comisario de la exposición «El sueño español de China».
De hecho, entre los países que no poseen concesiones, España es el más destacado. Además, se trata de una comunidad no sólo relativamente amplia, sino también muy activa, especialmente a nivel de creación de empresas. Por ello es una comunidad significativa, modesta pero activa. Y que además tiene una dimensión plurinacional: encontramos judíos sefarditas que se nacionalizan españoles al llegar a China, españoles nacidos en la península, otros nacidos ya en Filipinas, filipinos con nacionalidad española, chinos nacionalizados españoles que en algunos casos tenían vinculación con Filipinas desde hacía décadas… se trata de una comunidad muy diversa, y esto nos sorprendió al empezar la investigación, es algo que no preveíamos.
Xavier: quizá, y esto daría para otra exposición, nos sorprendió el número de ciudadanos chinos que había en España en el primer cuarto del siglo XX. Hubo incluso un torero, Vicente Hong, que llegó desde México y toreó en distintas plazas. En las Ramblas de Barcelona y en Madrid era habitual ver a chinos vendiendo collares de bisutería. En la década de los 10 hay un grupo de curanderas que circula por toda España. Los diplomáticos chinos tienen Legación en Madrid y están presentes en la vida social y diplomática, actos a los que naturalmente acuden con trajes tradicionales.
David: hay también circos, sabemos de trabajadores en las minas de Río Tinto… Las interacciones en este periodo son bastante sorprendentes y esto genera imágenes, literatura, música y noticias en los periódicos. La imagen que tenemos de este periodo no se ajusta a la realidad. La presencia de China en los medios de la época es mucho más amplia de lo que imaginamos. De 1870 en adelante los periódicos españoles incluyen noticias de China de manera habitual y con el fin del imperio y el nacimiento de la República China, hablan a diario de China y se menciona a los políticos chinos con casi la misma normalidad con que hoy hablamos de Xi Jinping.
Las reglas del juego para los gigantes tecnológicos chinos han cambiado sustancialmente en los últimos meses. China ha aprobado dos nuevas leyes que regulan la seguridad de los datos y el uso de datos personales. Además, el gobierno chino ha impuesto sanciones y restricciones a algunas empresas y sectores, lo que podría indicar el final de la era de crecimiento desregulado para las grandes empresas de internet en el país. Hablamos de estas cuestiones con Winston Ma, socio fundador de CloudTree Ventures y profesor adjunto en la NYU School of Law. Ma dirigió la oficina de América del Norte de China Investment Corporation y es el autor del libro The Digital War.
El pasado mes de junio, China publicó su nueva Ley de Seguridad de Datos, que entra en vigor en septiembre. En términos generales, qué cambios implica esta nueva ley en el panorama de la protección de datos en el país?
La ley trae un mayor escrutinio regulatorio de la gestión de datos por parte de las compañías tecnológicas, en un contexto internacional. Por ejemplo, Didi, el mayor grupo chino de movilidad compartida, fue objeto de una investigación por parte de la Administración del Ciberespacio de China apenas días después de levantar 4.400 millones de dólares en su salida a Bolsa en Estados Unidos. La Administración citó la necesidad de proteger la seguridad nacional y el interés general de acuerdo con los parámetros de la nueva ley. Según algunas informaciones, Didi está en conversaciones con una empresa estatal de seguridad de información, Westone, para que gestione sus datos. Esto formaría parte de sus esfuerzos para reconciliarse con los reguladores locales.
En los últimos meses, el gobierno chino ha impuesto sanciones a varios gigantes tecnológicos, como bien ha comentado con el caso de Didi. ¿Cree que este y otros casos están sólo relacionados con la protección de datos o hay otras motivaciones como el miedo a que estos gigantes estén acumulando demasiado poder? Por decirlo de otro modo: ¿qué está ocurriendo entre el gobierno chino y los gigantes tecnológicos?
La suspensión de la salida a bolsa del grupo Ant, en noviembre del año pasado, fue un punto de inflexión que llevó a los órganos reguladores chinos a incrementar la supervisión de las plataformas financieras online. Esta suspensión estuvo motivada por un mayor escrutinio de los préstamos por internet, pero al mismo tiempo comenzaron a entrar en juego más regulaciones, desde diferentes puntos. En los últimos 9 meses hemos visto regulaciones del sector FinTech, regulaciones antimonopolio, revisiones de las reglas para salidas a Bolsa en el extranjero y otras iniciativas. Tras una década de crecimiento salvaje, el sector tecnológico en China está entrando en una nueva década caracterizada por nuevas regulaciones.
El sector tecnológico en China está entrando en una nueva década caracterizada por más regulaciones.
Winston Ma, autor de The Digital War.
Además, como ilustra el caso de las restricciones en el sector de la educación privada online, las últimas regulaciones indican que se está dando más importancia a conceptos como el valor social y el interés general. Por resumir, el gobierno chino está ahora empezando a realinear la relación entre empresa privada y el Estado, con el objetivo de garantizar que dichas empresas contribuyen a los objetivos de progreso económico y social, así como de seguridad nacional.
Los gigantes tecnológicos chinos han sido y son un importante factor de crecimiento económico en China, en un contexto más o menos desregulado. ¿Cree que una regulación más estricta puede perjudicar sus perspectivas de crecimiento y, al mismo tiempo, impactar de manera negativa en la economía china?
El incremento de las regulaciones en China indica el final de la era del «crecimiento salvaje» de las tecnológicas chinas. El nuevo marco trae un mayor escrutinio y cambios potenciales para los modelos de negocio de los gigantes de internet de China. Por supuesto, esto acarreará presión en la valoración de estas empresas. Sin embargo, esto no detendrá la innovación general de la economía china. En las últimas décadas, el gobierno chino ha cambiado constantemente el foco de sus sectores industriales. En el futuro veremos nuevas innovaciones y nuevos unicornios en nuevos sectores, como por ejemplo el de los coches eléctricos.
Además de la Ley de Seguridad de Datos y la Ley de Ciberseguridad, de 2017, China aprobó el 20 de agosto una nueva Ley de Protección de la Información Personal, que entrará en vigor en noviembre. ¿Qué cambios trae?
Para las empresas tecnológicas, la era de recopilar y usar datos libremente (sin consentimiento, sin responsabilidad, sin coste) se ha terminado. Empresas como Alibaba, Tencent o ByteDance tendrán que repensar sus modelos de negocio y la manera en la que recopilan datos. La buena noticia para ellas es que, en comparación con la Regulación de Protección General de Datos de la Unión Europea (GDPR por sus siglas en inglés), la Ley de Protección de Información Personal de China tendrá un enfoque más equilibrado hacia la relación entre usuarios particulares y plataformas de internet.
Para las empresas tecnológicas, la era de recopilar y usar datos libremente se ha terminado.
Winston Ma, autor de The Digital War.
Una vez que ambas leyes estén en vigor, ¿en qué posición queda China, en términos de protección de los datos, en comparación con otros actores como Estados Unidos, la Unión Europea o Japón? ¿Está garantizada la protección de los datos personales en China?
La Ley de Protección de Información Personal establece por primera vez un sistema integral de reglas en torno a la recopilación y protección de datos en la economía digital. Antes de esto, había leyes que regulaban diferentes aspectos como la Ley de Comercio Electrónico o el Código Civil. Junto con la Ley de Seguridad de Datos y dicho Código Civil, China ya cuenta con un marco regulatorio completo que cubrirá la compleja relación entre usuarios individuales, corporaciones tecnológicas y gobierno.
El marco regulatorio de China podría estimular a Estados Unidos, que no tiene una posición a nivel nacional sobre protección de datos, para acometer estas reformas legales. En el caso de Europa, la GDPR no está vinculada de manera explícita con objetivos de seguridad nacional y estabilidad social. Las leyes chinas de datos dan más poder a los consumidores frente a las plataformas de Internet en comparación con la protección de la que disponen los consumidores estadounidenses ante Facebook, Google o Amazon.
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