Nuestro patrono Indra está ultimando la puesta en servicio totalmente operativa de los nuevos sistemas que gestionarán el tráfico aéreo en Chengdu. La ciudad china es una de las pocas ciudades del mundo y la tercera del país, junto a Shanghái y Beijing, que cuenta con dos grandes aeropuertos internacionales.
Esta circunstancia convierte a Chengdu en un megahub aéreo. Por la excepcionalidad y complejidad requerida la Oficina de Gestión del Tráfico Aéreo del Suroeste de China (SWATMB, por sus siglas en inglés) ha confiado a Indra este proyecto.
El nuevo aeropuerto de la ciudad, el de Chengdú-Tianfu, dispone en este momento de capacidad para recibir 60 millones de pasajeros, pero está previsto que doble esta cifra en 2035. La actividad de este gran aeropuerto se suma a la del aeropuerto internacional de Chengdu-Shuangliu, que es ya el cuarto del país por número de operaciones.
Para absorber el incremento de tráfico que se registrará en los próximos años, Indra ha suministrado sistemas de última generación en las torres de control de ambos aeropuertos y el nuevo centro de control de área terminal, que ordena los vuelos en 200 millas a la redonda de la ciudad.
El centro de área terminal dispone así de un novedoso sistema de procesamiento de planes de vuelo completamente integrado con el del centro de control aéreo en ruta de Chengdú. “Ambos centros podrán operar de forma conjunta, utilizando el mismo sistema de procesamiento, o emplear el suyo propio si es necesario”, explican desde Indra.
Las torres de control de los dos aeropuertos están a su vez integradas entre sí y con el centro de control de área. “Operarán como un único sistema, gestionando cada vuelo de forma completamente fluida en todas sus fases”, apuntan desde la compañía.