Coincidiendo con el proceso de desescalada que desarrollan diversos países a raíz de la crisis provocada por la COVID-19, los centros del Instituto Cervantes en diversos países empiezan a reanudar sus actividades de forma paulatina y con cautela.
China es uno de los lugares cuyos centros han iniciado antes este proceso. Los centros de Pekín y Shanghái, que fueron los primeros en cerrar sus puestas tras el estallido de la crisis, retomaron la actividad cultural coincidiendo con la celebración del Día Internacional de los Museos el pasado 18 de mayo.
El Instituto Cervantes de Pekín abrió el 2 de junio la atención presencial en su biblioteca Antonio Machado, activará el servicio de préstamos de libros sin cita previa y permitirá el acceso a la sala de lectura.
Por lo que respecta al Instituto Cervantes de Shanghái, su biblioteca, Miguel de Cervantes, atiende al público de forma presencial desde el 4 de mayo y tiene abierta una muestra sobre el Inca Garcilaso desde el 9 de mayo.
Según señala el Instituto Cervantes en su web, todos los centros de la institución están adoptando las medidas generales de protección contra el coronavirus: instalación de mamparas de separación, gel hidroalcohólico en los accesos a las diversas dependencias, uso de mascarillas, limitaciones de aforo, control de horarios, separación física entre los asistentes, etc. En las bibliotecas se han habilitado espacios estancos para los documentos devueltos, se ha prorrogado la vigencia de los carnés y se ha continuado con las actividades de extensión bibliotecaria, como el Club de Lectura, en formato virtual.