El modelo económico chino, que en las últimas décadas ha propiciado una de las pautas de desarrollo más impresionantes de la historia, está dando signos de agotamiento. El gobierno chino fijó su objetivo de crecimiento del PIB para 2023 en un modesto 5% y diversas fuentes internacionales rebajan esta predicción medio punto adicional.
Los principales problemas son bien conocidos: el consumo no termina de despegar tras el shock del COVID, algunos de los principales promotores inmobiliarios del país siguen en serios apuros y las exportaciones, el gran motor chino durante décadas, parecen estar debilitándose. Además, el desempleo juvenil llegó en junio a un 20%, lo que llevó al gobierno a suspender la publicación regular de este dato.
¿Bache pasajero o debilidades estructurales? En esta sesión, analizaremos las principales características del modelo económico chino, con sus fortalezas y debilidades; y hablaremos sobre las implicaciones para el resto del mundo de una posible crisis en dicho modelo.