La escritora Anne-Hélène Suárez fue galardonada, el pasado mes de septiembre, con el Premio Nacional de Traducción 2021 por sus traducciones de obras clásicas chinas. Sinóloga de formación, se graduó en la Universidad de París VII. También pasó por la Universidad de Pekín y, más tarde, se doctoró en la Universidad Autónoma de Barcelona. Por sus manos han pasado obras de algunos de los tótems del pensamiento y las letras de China, como el filósofo Confucio o el poeta Li Bai. También ha traducido obras de narrativa moderna, como las populares ¡Vivir! y Crónica de un vendedor de sangre, de Yu Hua. Hablamos con ella sobre el estado de la cultura china en España y la salud (y las perspectivas) de la enseñanza del mandarín en nuestro país.

¿Cómo valora el estado de la cultura china en España? En general, ¿se la conoce y aprecia?
La cultura china sigue siendo muy desconocida en España, donde no hay una tradición sinológica comparable a la existente en otros países europeos, americanos o asiáticos. A pesar de ello, es una cultura apreciada, particularmente en sus manifestaciones más antiguas y clásicas.
Usted tiene una larga trayectoria como sinóloga y traductora. En relación con la primera pregunta, ¿cómo ha evolucionado el interés por la cultura china en España desde que comenzó su carrera? ¿Hemos avanzado?
Sí, desde luego, hemos avanzado mucho. Cuando empecé, en 1978, prácticamente sólo se podía estudiar chino en la Escuela Oficial de Idiomas y, por aquel entonces, con un nivel muy bajo. Si uno quería hacer estudios de lengua y civilización chinas, tenía que ir a otros países. En mi caso, fui a Francia, a la universidad París VII (Jussieu). Ahora hay estudios de chino en varias universidades españolas.
Aun así, suelen ser estudios con poco énfasis en la lengua y la literatura, muy poco o nulo en el chino clásico -pese a que es la lengua en que está escrito todo hasta las primeras décadas del siglo XX- y, de un modo general, muy poco también en la civilización china. Por lo tanto, siguen estando lejos de poder compararse con los estudios chinos de otros países con verdadera tradición sinológica. Y lo que se publica en España en cuestión de literatura china, pensamiento chino, civilización china en general, ya sea en forma de traducción o de creación, va en consonancia.
Se habla mucho del chino mandarín como el idioma del futuro. ¿Está de acuerdo con esta apreciación?
Más bien diría que es un idioma con futuro. Es una lengua que me apasiona, no tanto por su futuro -que está ligado a la potencia sobre todo económica de China-, como por el acceso que da a su riquísima civilización. Pero, por ceñirme a su pregunta, sí, es un idioma con proyección al futuro, de eso no cabe duda.
Cuando empecé, prácticamente sólo se podía estudiar chino en la Escuela Oficial de Idiomas. Ahora hay estudios en varias universidades españolas.
Anne-Hélène Suárez, Premio Nacional de Traducción 2021
¿Cuál es el estado de la enseñanza del chino en España? ¿Hay una oferta suficiente en todos los niveles educativos? ¿Existe interés por parte de padres y alumnos?
A esto ya he contestado en parte en la segunda pregunta. Actualmente, en España, se enseña chino en muchos centros de todo tipo, desde las escuelas oficiales de idiomas hasta las universidades, generalmente en las facultades de filosofía y letras o en las de traducción. Pero es insuficiente, tanto en horas semanales como en diversidad de asignaturas complementarias que apuntalen esos estudios, que en su mayoría son de lengua moderna hablada, aunque incluyan escritura (generalmente simplificada).
Debería enseñarse, como ocurre en otros países, en colegios e institutos de enseñanza media, públicos por supuesto. Existe cierto interés, es indudable, pero el interés se crea también con una oferta docente de calidad, con más publicaciones, con más presencia del cine chino, con más manifestaciones culturales que vayan más allá de lo folklórico.
La cultura de un país es su tarjeta de visita, lo que hace que sea prestigioso o no.
Anne-Hélène Suárez, Premio Nacional de Traducción 2021
¿Cuál es el papel de la cultura en la diplomacia? ¿Un mayor conocimiento de la cultura china puede ayudar al conocimiento de China en otros ámbitos y, por tanto, a un mayor acercamiento con nuestro país?
La cultura de un país es su tarjeta de visita, mucho más que su potencia económica o militar. Es lo que hace que un país sea prestigioso o no lo sea. Desde luego, un mayor conocimiento de la cultura china se reflejaría en un mayor conocimiento de las demás facetas de ese país y en unas relaciones probablemente más próximas y fluidas.