Barcelona y Shanghai celebran en 2021 el vigésimo aniversario de su hermanamiento. Para conmemorar esta efemérides, ambas ciudades celebran el Barcelona-Shanghai Bridge, un ciclo de actividades que congrega a profesionales, universidades, empresas e instituciones públicas de las dos ciudades. Hablamos con Mario Rubert, director de Promoción de la Ciudad de Barcelona, sobre el programa y el espíritu de colaboración entre ciudades que lo guía.
¿Cómo nace la idea del Barcelona-Shanghai Bridge y cuáles son las actividades que se están desarrollando en el marco de esta iniciativa?

Este año celebramos el 20º aniversario de este hermanamiento. No cualquier ciudad tiene un hermanamiento con Shanghai. Esto es un privilegio, fue una visión de los dos alcaldes hace 20 años, que intuyeron que había muchos elementos de intercambio y colaboración entre las ciudades. Sin embargo, es bueno dar un push a las cosas. Con ocasión de los 20 años, pensamos en intentar implicar a gentes de un lado y otro para que hagan cosas juntas. Convocamos en Barcelona una reunión con agentes económicos e institucionales de ámbitos estratégicos y con potencial de desarrollo entre Barcelona y Shanghai, les propusimos la idea y les gustó enseguida. Se sumaron a programar con partners de aquí y allá actividades con este marco.
Además teníamos un marco muy bonito que nos permitía poner un paréntesis a estas actividades: por un lado, se inauguraba la primera edición del Smart City Expo de Shanghai, organizado por Fira de Barcelona, y en noviembre empieza la Smart City Expo de Barcelona. Entre estos dos eventos aprovechamos para intentar concentrar actividades.
¿Cómo es de importante la colaboración entre ciudades en el marco general de los intercambios bilaterales entre países?
Creo que es muy importante. La diplomacia económica, cultural, educativa al nivel más terrenal, que es el de las ciudades, el más próximo al ciudadano, creo que cose y articula relaciones de fondo. También con Asia y con China, donde es particularmente importante coser relaciones de confianza y no hacer one-shots, acciones más quirúrgicas o puntuales.
En China, Barcelona tiene un buen posicionamiento y relaciones con ciudades importantes como Shanghai pero también Shenzhen, por poner otro ejemplo, a base de haber trabajado las relaciones a todos los niveles. Hace 20 años que creamos un China Desk, un tema muy innovador en ese momento, y nos ha ido muy bien tener una persona en el departamento de promoción de la ciudad que habla cantonés y mandarín y que ha podido ir teniendo una interlocución fluida con ciudades chinas. Que esa persona se haya mantenido y haya sido siempre la misma ha generado una confianza importante a nivel institucional y empresarial.
¿Cuáles son los ámbitos en los que estáis trabajando en el Barcelona-Shanghai Bridge?
Destaco la pluralidad y la diversidad. Desde un Innovation Day, que pone en contacto los ecosistemas científicos, algo importantísimo, a actividades del Puerto de Barcelona o actividades en el ámbito educativo, donde participan universidades o el Instituto Confucio. También hay actividades que organiza Casa Asia, de divulgación de películas, y hay actos con inversores y empresas, incluso contactos telemáticos con aerolíneas que tenían vuelos directos con Barcelona pre-pandemia, para intentar recuperar los lazos de confianza y esta conexión tan importante a todos los niveles.

La riqueza de este programa es la variedad de colaboradores que hemos tenido. También es muy importante la exposición sobre Miró que hay en Shanghai, con una buena receptividad y claro exponente de la Marca Barcelona. Turismo, el puerto, las universidades, el Instituto Confucio, Casa Asia, el Comité de Rutas, la Fundación Juan Miró, Prodeca, la Generalitat, Acció… ha habido más de 20 actores para más de 20 actividades para celebrar los 20 años: cifras redondas.
¿Cómo ves a medio plazo la reactivación de los contactos presenciales entre ciudades?
Asia y China parecen ser lo más tardío. En Europa ya se ha reactivado todo, también en Estados Unidos; el tema Asia va un poco más lento. Nos hubiera encantado que alguna actividad hubiera podido tener carácter presencial, pero todavía el mercado está muy cerrado. Esperamos que se reactive pronto, todos hablan de que hay un cierto impasse hasta la celebración de los Juegos Olímpicos en febrero, hay un cierto proteccionismo de que no haya ningún brote. Esto es macro-política que se nos escapa, pero tenemos muchas ganas de retomar lo presencial con Shanghai y Asia en general.
Hemos de conseguir una autopista con tráfico en las dos direcciones.
Mario Rubert, director de Promoción de la Ciudad de Barcelona
¿Planteáis el hermanamiento con Shanghai como algo estratégico? ¿Cómo ves el futuro de este lazo?
El hermanamiento nos genera un marco de complicidad y de buena relación. Hemos de ser capaces de darle contenido. Por un lado siempre hay una capa institucional, pero hemos de conseguir una autopista con tráfico en las dos direcciones. Estamos intentando generar relaciones de confianza y hacer que las cosas pasen. Eventos o efemérides como este son una oportunidad magnífica para intentar estrechar estos lazos y seguir construyendo confianza.