La Conferencia Anual 2013 del Foro de Boao para Asia reunió del 6 al 8 de abril en la isla china de Hainan a diferentes líderes políticos y económicos y presidentes de varios países, como China, México, Australia o Perú. El foro, nacido en el año 2001 y considerado el “Davos asiático”, presentó este año un marcado carácter internacional y entre sus objetivos estuvo el de buscar soluciones a la crisis internacional que no favorezcan sólo a algunos países en detrimento de otros más débiles.
El presidente chino, Xi Jinping, fue el encargado de inaugurar el encuentro. Jinping destacó que más de la mitad del crecimiento económico mundial se desarrolla en la región asiática. China, como segunda economía mundial “va a traer oportunidades a todo el mundo», señaló Xi Jinping, y para ello el país prevé en los próximos años aumentar las importaciones a otras economías hasta alcanzar los 10 billones de dólares, además de convertirse en una importante fuente de turistas para todo el mundo con la previsión de generar 400 millones de viajeros. El presidente chino destacó también que China intentará aumentar «constantemente» el consumo interno y duplicar su PIB antes del año 2020.
Durante el Foro de Boao tuvieron lugar varias reuniones bilaterales entre los distintos jefes de Estado participantes, entre los que destacó la presencia de los presidentes de Perú, Ollanta Humala, y México, Enrique Peña Nieto, entre otros. En los diferentes debates organizados se trataron temas como la economía asiática y la situación internacional. Expertos y personalidades como Bill Gates, George Soros, Vuk Jeremic, presidente de la 67ª Sesión de la Asamblea General de ONU, Alejandro Jara, subdirector general de la Organización Mundial del Comercio, o la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, participaron en estos encuentros.
Lagarde hizo varias recomendaciones a la dinámica economía asiática para evitar el desgaste de su modelo de desarrollo, entre ellas una mayor inversión en salud y educación. También recomendó la creación de un clima más abierto para la inversión en Asia en algunos sectores protegidos por los Estados, como la banca o las telecomunicaciones en el caso de China. Por su parte, George Soros instó a China que cambie su modelo económico y asuma la responsabilidad de ser el motor real del crecimiento global. El magnate estadounidense Bill Gates añadió la nota positiva al valorar los avances en innovación demostrados en el país asiático en sectores como el control de epidemias o la agricultura.