Juan Antonio Samaranch es uno de los españoles más famosos y queridos en China -sus ciudadanos consideran que su apoyo fue vital para lograr la organización de los Juegos de Pekín 2008- y desde hoy el país le dedica el que probablemente es el mayor y más ambicioso museo en honor de una personalidad extranjera de todo el país. El fallecido ex presidente del Comité Olímpico Internacional entre 1980 y 2001 tuvo un papel determinante para que China, tras décadas de aislamiento deportivo, participara por primera vez en unos Juegos Olímpicos en Los Ángeles en 1984. Tras aquel debut la progresión deportiva del país ha sido indiscutible, como demostró durante sus propios Juegos, los de Pekín en 2008, en los que lideró el medallero.
El museo es un edifico con forma de anillo que recoge más de 16.000 objetos personales de Samaranch y que ha tenido un coste de 61 millones, financiados por el gobierno municipal de Tianjin, donde se emplaza la instalación. La inauguración contó con la participación del actual presidente del COI, Jacques Rogge quien señaló al español como “un visionario que fortaleció, unió al movimiento olímpico y que dejó un gran legado que será conservado a perpetuidad”
En representación del Gobierno de España también asistió el secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, que subrayó “el profundo agradecimiento de China a la figura de Samaranch, una persona que contribuyó a la incorporación de este país al movimiento olímpico”. Juan Antonio Samaranch Salisachs, hijo del desaparecido directivo del COI confesó en su intervención que su padre “confió y creyó en China”, un país “cuya cultura y virtudes siempre admiró”.
Juan Antonio Samaranch recibió en marzo de 2010, el III Premio de la Fundación Consejo España-China, junto a Hu Qi Li, por su labor como co-presidente del Foro España-China, en atención a su contribución personal en la creación de los Foros y al fortalecimiento de las relaciones entre ambos países. La entrega de este galardón fue uno de los últimos actos públicos de Samaranch, que falleció semanas después en su Barcelona natal.