Hace veintitrés siglos, China vivió una etapa próspera que duró casi 400 años y que convirtió al país en uno de los mayores imperios de su tiempo. Ahora, el Museo Arqueológico de Alicante recupera a través de la exposición internacional ‘Señores del Cielo y de la Tierra. China en la Dinastía Han ( 206 a.C.-220 a.C.)’ la historia, las costumbres y los secretos de este periodo dinástico crucial en el devenir del país, que se caracterizó por su gran influencia política, florecimiento económico y desarrollo cultural. Un total de 256 piezas, muchas de ellas inéditas y procedentes de distintas colecciones particulares componen esta muestra, que permanecerá en el MARQ hasta el próximo mes de enero.
El Comité de Honor de la exposición cuenta con la participación del embajador de la República Popular de China en España, Zhu Bangzhao, así como con la presidencia de S.M. la reina Sofía. La presidenta de la Diputación de Alicante, Luisa Pastor, agradeció a la reina doña Sofía este gesto y destacó el interés que siempre ha mostrado hacia la provincia en general y el museo en particular. De hecho, en el año 2011, el Patronato de la Fundación MARQ concedió a la Insignia de Oro y Brillantes del museo como reconocimiento a su especial dedicación y apoyo a la cultura, así como por su contribución a la difusión de la historia, el patrimonio y la arqueología.
Durante la presentación de la exposición, el diputado de Cultura Juan Bautista Roselló, destacó el orgullo que supone para el museo “acoger en nuestras salas esta valiosa colección que refleja la esencia y el esplendor de una civilización aparentemente tan lejana que, sin embargo, está presente en nuestra cotidianidad a través de inventos como la manivela, el papel o la carretilla”. Además añadió que “esta capacidad para innovar y progresar es la que hizo de la dinastía Han una época crucial en el devenir, no sólo de China, sino también del resto del mundo. Un periodo que nuestra formación eurocentrista nos ha llevado inconscientemente a dejar muchas veces en segundo plano, pero que hoy recupera el protagonismo que se merece”.
La colección, que cuenta con el patrocinio de ASISA y de la Fundación Cajamurcia, está estructurada en cuatro bloques que guían al visitante a través de un interesante viaje en el tiempo. El montaje expositivo apuesta por el desarrollo del aspecto lúdico-didáctico y presenta diversos recursos que facilitan su comprensión a las personas con discapacidad. En este sentido, incluye paneles informativos en braille, relieves plásticos accesibles al tacto y audiovisuales traducidos al lenguaje de signos.