Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) coordinan el proyecto ‘ALTERNATE: Assessment on alternative aviation fuels development’. Se trata de un proyecto de investigación europeo, en colaboración con China, que pretende reducir el impacto del transporte aéreo en el cambio climático mediante el uso de combustibles de origen orgánico.
El proyecto, que tendrá tres años de duración, está auspiciado por el Programa Horizonte 2020, que tiene entre sus retos sociales lograr un transporte inteligente, ecológico e integrado.
Gustavo Alonso, investigador de la UPM y profesor de transporte aéreo en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio (ETSIAE), lidera el consorcio chino-europeo que está detrás del proyecto y en el que participan dieciséis entidades entre universidades, empresas y administración.
Del lado europeo, además de la UPM, encontramos al Centre Internacional de Mètodes Numèrics en Enginyeria, Airbus, Safran S.A., Zodiac, ONERA, IATA, IIASA y Hasselt University. Del lado chino, Beihang University, Tianjin University, The Second Research Institute Civil Aviation Administration of China, AECC Hunan Aviation Powerplant Research Institute, Henan Academy Science, SINOPEC Research Institute of Petroleum Processing, Aero Engine Corporation of China Commercial Aircratf Engine Co.
Juntos evalúan el impacto de la utilización de combustibles de origen orgánico, más sostenibles que el queroseno actual, de origen fósil. Esta sería la medida principal para la reducción de la huella de carbono de la aviación. “Los actuales motores de aeronaves comerciales están certificados para emplear una mezcla de hasta el 50% de algunos de los nuevos combustibles sostenibles”, señala Gustavo Alonso. “Todavía queda mucho que investigar sobre la conveniencia de desarrollar nuevas materias primas y vías de producción y cómo incentivar a las compañías aéreas en su utilización, puesto que de momento el coste de su producción es económicamente más elevado”.